El Congreso mexicano revisa una iniciativa que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. El objetivo declarado es mejorar la calidad de vida de los trabajadores, mientras se intenta mantener la competitividad sin fomentar la informalidad. Esta propuesta ha despertado inquietudes en el sector empresarial, específicamente entre las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), debido a posibles aumentos de costos operativos y el riesgo de cierres.
En Guanajuato, las mipymes representan más del 99% de las unidades económicas y son responsables de generar más del 70% del empleo local, además de contribuir con el 51% del Producto Interno Bruto del estado. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), más de 272,000 unidades económicas están registradas en el estado.
Joel Froylán Salas Navarro, subsecretario de Desarrollo de las Mipymes en Guanajuato, considera la reducción a 40 horas semanalmente como un desafío significativo, aunque lo ve también como una oportunidad para impulsar la competitividad y profesionalización. Durante meses, la Subsecretaría ha trabajado para preparar al sector, promoviendo la adopción de modelos de calidad, estandarización y mejora continua, así como fomentando el cumplimiento de normas oficiales vinculadas a condiciones laborales.
A pesar de reconocer el riesgo de que algunas empresas puedan cerrar debido a estos cambios legales, el gobierno estatal se ha centrado en fortalecer el ecosistema de prosperidad local. Entre sus políticas, destacan programas de apoyo y asistencia técnica a mipymes, acceso a capacitación en áreas de productividad y gestión, y creación de incentivos para adoptar procesos de mejora continua.
La subsecretaría resalta que la fortaleza económica de Guanajuato radica en sus mipymes y enfatiza la necesidad de construir una economía local que sea robusta y profesionalizada. Esto persigue que puedan adaptarse a la nueva normativa laboral sin comprometer su productividad ni estándares de calidad.
