
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos ha presentado un plan para restringir el uso de tecnología china en cables submarinos. Esta iniciativa busca contrarrestar amenazas cibernéticas atribuidas a actores estatales extranjeros. Brendan Carr, presidente de la FCC, destacó la vulnerabilidad de estos cables, que soportan el 99% del tráfico global de internet, frente a posibles agresiones provenientes de países como China.
Desde 2020, la FCC ha rechazado proyectos vinculados a Hong Kong por temor a influencias chinas. En 2024, se formó el Team Telecom para revisar normativas sobre estos cables, sin una actualización desde 2001. Ahora, la FCC planea prohibir equipos de compañías chinas como Huawei y ZTE, incluidas en su lista de entidades restringidas.
Expertos en seguridad del Center for Strategic and International Studies (CSIS) indican que la dependencia de infraestructura gestionada por entidades chinas podría abrir puertas al espionaje o sabotaje. Incidentes previos como el corte de cables en Taiwán y daños en el Mar Rojo refuerzan estas preocupaciones.
La propuesta de la FCC también introduce requisitos adicionales para proyectos submarinos, como auditorías trienales y mayor transparencia, lo que podría prolongar plazos y costos. Aunque se enfoca en China, estas regulaciones podrían extenderse a empresas alineadas con otras potencias no aliadas.
El Congreso de Estados Unidos apoya mayoritariamente la medida, en línea con políticas de seguridad previas. Sin embargo, críticos advierten sobre un posible aumento en costos para empresas estadounidenses. La FCC ha establecido un Consejo para Seguridad Nacional que supervisará cables, redes 6G y satélites, como parte de una estrategia tecnológica más amplia.
A medida que se avanza con las normativas, las repercusiones se observarán a nivel internacional. EEUU podría influir en sus aliados, como los países del grupo Five Eyes, para adoptar regulaciones similares. Tokio y Bruselas ya han mostrado interés, priorizando redes de proveedores confiables para garantizar la seguridad de los datos.