China ha lanzado una nueva visa de tipo K con el objetivo de incentivar la llegada de profesionales especializados en tecnología y ciencias. Esta iniciativa busca cubrir un déficit significativo de mano de obra cualificada, estimado en cerca de 30 millones de personas, de acuerdo con el Diario del Pueblo, medio oficial del Partido Comunista.
La nueva visa se dirige a profesionales poseedores de licenciaturas o superiores en las áreas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Para ser elegibles, los candidatos deben provenir de universidades o institutos de investigación reconocidos nacional e internacionalmente, según el diario estatal. China apuesta por simplificar el proceso migratorio, permitiendo la entrada al país sin necesidad de adjuntar un contrato de trabajo con la solicitud y con mayor flexibilidad en términos de duración de estancia y entradas permitidas.
A pesar de estos incentivos, el uso del mandarín en las empresas tecnológicas podría representar un desafío para los no hablantes del idioma. Además, la iniciativa también ha encontrado oposición interna debido a un mercado laboral saturado, donde más del 20% de los jóvenes activos están desempleados.
Mientras otros países imponen restricciones a la inmigración cualificada, China considera esta política un paso estratégico hacia el desarrollo futuro del país. El Diario del Pueblo remarca que esta apertura busca capitalizar talentos internacionales en un momento en que otros países podrían estar cerrando sus puertas a este tipo de profesionales.
