Durante su visita a Camboya, el presidente de China, Xi Jinping, expuso sus preocupaciones sobre las guerras comerciales y su impacto en el sistema multilateral. Xi enfatizó que estas disputas provocan alteraciones significativas en los acuerdos económicos globales, afectando la estabilidad y el crecimiento de las naciones involucradas.
En sus declaraciones, Xi destacó que las tensiones entre las principales economías no solo repercuten en los países directamente afectados, sino que también generan consecuencias para el comercio y la economía global. El enfoque de China se centra en fomentar un entorno donde prevalezca la cooperación y el entendimiento mutuo para preservar los beneficios del comercio internacional basado en reglas.
La confrontación comercial entre Estados Unidos, liderado por Donald Trump en ese momento, y China, ha captado la atención mundial. Las políticas arancelarias implementadas por ambas naciones han reconfigurado las dinámicas económicas internacionales, alterando cadenas de suministro y generando incertidumbre en mercados globales. Frente a este contexto, Xi Jinping hace un llamado a la moderación y al diálogo como herramientas esenciales para resolver disputas y mantener el orden económico establecido.
Este escenario ha despertado inquietudes en varios sectores que dependen de la estabilidad del comercio internacional. Las declaraciones de Xi en Camboya reiteran la postura de China de abogar por un comercio global regido por normas que aseguren el desarrollo compartido y minimicen conflictos.
En recientes encuentros internacionales, este tema ha ocupado un lugar prominente en las discusiones, subrayando la urgencia de alcanzar acuerdos que eviten una escalada en las tensiones comerciales, asegurando así la continuación del crecimiento económico y el bienestar de las naciones.