
El mecanismo de Sale & Leaseback está ganando fuerza en Perú y otras regiones, como una solución financiera eficaz para las empresas que buscan inyectar liquidez sin incrementar su nivel de endeudamiento. Esta alternativa permite que las empresas vendan sus activos inmobiliarios, como plantas, centros de distribución y locales, para obtener capital inmediato y, al mismo tiempo, los arrienden para seguir operando sin interrupciones.
El Sale & Leaseback se diferencia de otras opciones financieras al no generar intereses como los créditos bancarios ni diluir la propiedad de socios como ocurre en la ampliación de capital. De esta forma, las empresas pueden liberar recursos para destinarlos a expansiones, reestructuraciones o mejoras en su flujo de caja.
Diego Briceño, Gerente de Transacciones y Proyectos en Cushman & Wakefield, señala un interés creciente en esta modalidad, especialmente en sectores industriales, logísticos y de retail. Esto resulta particularmente atractivo en momentos donde el financiamiento bancario podría resultar costoso o limitado.
Existen varios factores a considerar antes de optar por el Sale & Leaseback. En primer lugar, la ubicación y características del inmueble son determinantes, ya que propiedades bien ubicadas y con atributos destacables tienden a tener mayor demanda y, por consiguiente, mejor valoración. Además, es crucial que el contrato de arrendamiento sea adecuado, ofreciendo seguridad al comprador, aunque también flexibilidad y sostenibilidad para la empresa.
Evaluar el impacto en los indicadores financieros es esencial, ya que es necesario considerar cómo se verá la estructura de capital, y cómo las ratios de solvencia o liquidez podrían mejorar. Asimismo, el costo futuro del arrendamiento es un aspecto que no se debe pasar por alto para asegurar que el alquiler no afecte la operatividad.
Briceño enfatiza la importancia de un análisis financiero detallado y la definición clara del destino del capital obtenido. Un asesor experimentado en este tipo de transacciones puede identificar oportunidades y evaluar riesgos, garantizando que la operación se alinee con la estrategia a largo plazo de la empresa.