Un jurado en Miami determinó que Tesla, la empresa de Elon Musk, debe pagar más de 240 millones de dólares a víctimas de un accidente fatal relacionado con su sistema Autopilot en Florida. El fallo señala que la compañía tiene una parte de la responsabilidad debido a presuntas fallas en su tecnología, a pesar de que el conductor admitió estar distraído con su teléfono en el momento del incidente.
El accidente ocurrió cuando un vehículo Tesla atropelló a Naibel Benavides León, de 22 años, y a su pareja Dillon Angulo. La familia de Benavides argumentó que Tesla había ocultado datos cruciales sobre el accidente, incluyendo videos y registros del momento del impacto. Tesla, por su parte, admitió la presencia de los datos pero afirmó que desconocía su existencia hasta que le fueron presentados.
La decisión del jurado dividió 243 millones de dólares como compensación por el accidente y daños punitivos. Tesla anunció su intención de apelar, argumentando que la cantidad podría reducirse a 172 millones tras un acuerdo que limita los daños punitivos. Sin embargo, los demandantes sostienen que el acuerdo se basa en todos los daños compensatorios, no solo los de Tesla, reafirmando la cifra establecida por el jurado.
La decisión podría influir en la industria automotriz, que está vigilando de cerca el impacto de las responsabilidades legales mientras que los vehículos autónomos continúan su desarrollo. Durante el juicio, se debatió si el término Autopilot utilizado por Tesla para describir su sistema de conducción asistida podría inducir a error sobre su capacidad real. El conductor involucrado en el incidente, George McGee, reconoció haber sido negligente, pero los demandantes sostuvieron que Tesla debería haber desactivado el sistema al detectar su distracción.
El abogado defensor de Tesla señaló que la responsabilidad recaía en el conductor, quien conocía la vía y no había experimentado problemas en viajes anteriores. Sin embargo, el jurado encontró a Tesla parcialmente responsable, destacando los retos legales emergentes para la industria de vehículos autónomos. Tesla, cuestionada anteriormente por la divulgación de información tras accidentes, mantiene su postura sobre mejorar la seguridad automotriz.