La agencia calificadora Fitch Ratings ha mantenido una perspectiva estable para la economía mexicana, a pesar de los retos que presentan los aranceles impuestos por Estados Unidos. Según Fitch, las medidas arancelarias no han afectado significativamente la calificación soberana de México.
En su evaluación, Fitch ha tomado en cuenta diversos factores económicos que influyen en la estabilidad del país. Entre estos, destacan el manejo fiscal prudente y las finanzas públicas robustas que han caracterizado a México en los últimos años. La agencia también ha señalado que el entorno macroeconómico del país ha mostrado resiliencia frente a obstáculos internacionales.
A pesar de las políticas comerciales adversas provenientes de su vecino del norte, Fitch estima que las reformas estructurales y las políticas económicas implementadas por el gobierno mexicano han sido factores clave para sostener la calificación. Además, la diversificación económica y las iniciativas para fortalecer el mercado interno son mencionadas como estrategias que han permitido a México mantener un nivel de crecimiento razonable.
La relación comercial entre México y Estados Unidos, aunque compleja, sigue siendo un pilar fundamental para la economía mexicana. Los flujos comerciales y de inversión continúan fluyendo entre ambas naciones, minimizando el impacto potencial de los aranceles a largo plazo. Fitch señala que toda afectación por los aranceles ha sido, hasta el momento, manejable dentro de las expectativas económicas del país.
La revisión de perspectivas por parte de Fitch subraya la adaptabilidad del entorno económico mexicano frente a regulaciones y políticas externas. Este ajuste en la perspectiva mantiene a México en una posición de relativa estabilidad dentro de las evaluaciones internacionales en términos económicos.
