
Una notable exploración en la cueva de Tlayócoc, ubicada en las montañas del estado de Guerrero, ha desvelado un conjunto de 14 objetos rituales prehispánicos. La espeleóloga rusa Yekaterina Katiya Pavlova, junto al guía local Adrián Beltrán Dimas, halló en septiembre de 2023 artefactos vinculados a ceremonias de fertilidad del pueblo tlacotepehua. Los objetos permanecían escondidos a más de cinco siglos en una cámara subterránea, según informó el INAH.
Durante la exploración, los descubridores atravesaron un pasaje inundado, avanzando 150 metros dentro de la cueva. Cavidades cubiertas de estalagmitas retocadas manualmente albergaban brazaletes de concha con intricados grabados antropomorfos. Según los arqueólogos del INAH, estas modificaciones esféricas de las estalagmitas y su disposición indican rituales de fertilidad. Estos hallazgos fueron fechados entre 950 y 1521 d.C., atribuidos a la cultura casi desconocida de los tlacotepehuas, desaparecida en la época virreinal.
En el inventario final se incluyeron, además de los brazaletes completos y un fragmento de brazalete, una concha de caracol gigante con decoraciones, discos de piedra negra similares a espejos de pirita, y un fragmento de madera carbonizada. La espeleóloga Pavlova proporcionó un registro fotográfico de los objetos para su estudio y divulgación.
La conservación de estos objetos se debe al entorno estable de la cueva, cuya humedad permanece constante permitiendo que los artefactos sobrevivieran en buen estado durante siglos. La campaña de sensibilización iniciada por las autoridades del INAH busca concienciar a la comunidad de Carrizal de Bravo sobre la importancia de conservar estos tesoros culturales.
Los 14 objetos, registrados en las bases del INAH, están protegidos por las autoridades comunitarias, en espera de un futuro estudio detallado sobre su estado de conservación y su historia cultural enraizada en el suelo de Guerrero.