
La Iglesia católica ha manifestado inquietud frente al impacto de las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, en la sociedad actual. En su editorial Desde la fe, se refiere a herramientas digitales y modelos como ChatGPT, señalando que han cambiado radicalmente la manera en que vivimos y nos comunicamos. Esta reflexión nace de la advertencia sobre ciertas conductas, como la psicosis inducida por ChatGPT, donde individuos afirman recibir misiones divinas mediante estos modelos de IA. Según se expresa, estas tecnologías mal comprendidas pueden llegar a ser percibidas de manera casi mística, convirtiéndose en ídolos sin fundamento real.
La institución religiosa ha realizado un llamado a diversos sectores sociales, incluidas escuelas, familias, comunidades, gobiernos y empresas, para que promuevan el desarrollo integral de menores y adolescentes. Destacan la importancia de preparar a los jóvenes para que sean algo más que simples consumidores de tecnología. Propone la apertura de espacios que impulsen a estos individuos a descubrir y desarrollar sus talentos, permitiéndoles aportar al mundo de manera significativa.
Además, la Iglesia subraya la necesidad de educar a las nuevas generaciones con una visión crítica de la tecnología, favoreciendo su uso en pro del desarrollo humano auténtico. Se busca formar individuos capaces de distinguir cómo aplicar la tecnología de manera ética y en beneficio del bien común. Insiste en que es necesario contar con maestros que eduquen responsablemente, científicos que investiguen con principios éticos, líderes que se dediquen al servicio con humildad, artistas que creen desde la belleza y técnicos que trabajen con justicia.
El llamado de la Iglesia enfatiza en la formación de personas capacitadas para aportar una perspectiva única al mundo, promoviendo un equilibrio entre el uso de la tecnología y el desarrollo humano integral, en un entorno social cambiante y cada vez más digitalizado.