Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha visto multiplicarse su patrimonio considerablemente desde su llegada a la Casa Blanca. Según estimaciones de Forbes, el valor de su riqueza ha pasado de 2.300 millones a 7.200 millones de dólares entre 2024 y 2025. Esta alza se atribuye, en gran parte, a nuevas iniciativas empresariales, como su incursión en criptomonedas con la creación del memecoin $TRUMP.
Desde su primer mandato, la figura pública de Trump estaba ligada principalmente al sector inmobiliario. Sin embargo, en su segundo periodo, sus intereses se han diversificado hacia áreas como redes sociales y criptomonedas. Entre estos, destaca su plataforma Truth Social, que se suma a su ya consolidado imperio familiar. Pese a las críticas y el escrutinio, el expresidente ha continuado expandiendo sus negocios tanto dentro como fuera del país.
La administración de sus empresas está a cargo de sus hijos, Donald Jr. y Eric Trump, quienes han consolidado el poder empresarial familiar. Bajo su supervisión, se han realizado actividades como el lanzamiento de nuevos proyectos inmobiliarios y la promoción internacional de la marca Trump. Esta actividad empresarial ha ocasionado debates relacionados con conflictos de interés debido a la vinculación directa de Trump con sus negocios durante su mandato.
Además del aumento en su patrimonio, otra fuente de ingresos para Trump proviene de propiedades como el resort Mar-a-Lago y la Torre Trump en Nueva York. Según informes, el presidente ha sido acusado en ocasiones de sobrevalorar sus activos, lo que ha generado controversias en torno a la legalidad de dichas prácticas.
Este proceso de enriquecimiento y ampliación de sus actividades empresariales resalta la dualidad entre su rol político y su inclinación empresarial, bajo un contexto marcado por la controversia desde su llegada a la presidencia de Estados Unidos.