Desde Texas, Venus Aerospace ha dado a conocer avances significativos en la construcción del Stargazer, un innovador avión hipersónico. Este desarrollo ambicioso promete transformar el transporte aéreo al lograr reducir el tiempo de vuelo entre Nueva York y Londres de ocho a una sola hora.
El salto tecnológico del Stargazer se basa en su motor experimental, el Venus Detonation Ramjet VDR2, que ha sido creado con el respaldo de la NASA. Este motor tiene la capacidad de alcanzar velocidades de Mach 6, seis veces la velocidad del sonido, permitiendo al avión viajar a una asombrosa velocidad de 7.400 km/h. Así, se posiciona como una de las aeronaves más rápidas en desarrollo a nivel global.
El motor, apoyado por el programa SBIR de la NASA, utiliza un sistema de detonación rotatoria, generando más potencia que los motores a reacción convencionales. La tecnología que desarrollamos con el apoyo de la NASA ahora formará parte de nuestra plataforma integrada de motores, afirmó Sassie Duggleby, directora ejecutiva de Venus Aerospace.
Con una altitud operativa de más de 33.000 metros y una autonomía de 5.600 km en una hora, el Stargazer no solo representa un avance en términos de velocidad, sino también en la eficiencia del diseño. Los ensayos iniciales de los componentes han superado expectativas, y se preparan pruebas terrestres para este año.
Se estima que cada unidad del Stargazer tendrá un costo de 33 millones de dólares. Este precio refleja su capacidad para ejecutar vuelos ultrarrápidos que revolucionarían el tiempo de viaje entre las principales ciudades del mundo. Con una velocidad que triplica a la del histórico Concorde, el Stargazer se posiciona como un hito en la industria aeroespacial.
Los aviones hipersónicos podrían cambiar radicalmente el panorama de la aviación al ofrecer tiempos de viaje radicalmente reducidos, acercándonos a una nueva era en el desplazamiento internacional.