La Administración Federal de Aviación (FAA) lleva a cabo una operación de prueba tecnológica en el desierto cerca de Santa Teresa, Nuevo México, del 16 al 27 de junio. Esta iniciativa busca abordar el uso creciente de drones por parte de organizaciones delictivas para tareas de vigilancia y amenaza a las autoridades en la frontera estadounidense. Durante las dos semanas que dura la prueba, la FAA desplegará tanto drones grandes como aproximadamente 100 drones comerciales en la zona.
El objetivo principal es evaluar la capacidad de las tecnologías anti-drones para detectar y mitigar potenciales interferencias con los sistemas de navegación aérea. Según la FAA, los cárteles han empleado estos dispositivos para observar y eludir las operaciones de seguridad en la frontera, por lo que estas pruebas se consideran vitales para salvaguardar a los agentes de la Patrulla Fronteriza y demás efectivos en la región.
Este esfuerzo es parte de una serie de pruebas previas realizadas en Alaska y Cape May, Nueva Jersey. La ubicación de Nuevo México se eligió específicamente por sus condiciones climáticas favorables. Se anticipan pruebas adicionales en Dakota del Norte y Mississippi más adelante, con el propósito de continuar desarrollando y afinando las tecnologías necesarias para enfrentar este desafío moderno.
Encabezando esta iniciativa está el Centro de Excelencia para la Investigación de UAS de la FAA, colaborando estrechamente con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos y el Aeropuerto Internacional Doña Ana County. A estas tareas se suman los servicios de emergencia estatales y locales. La FAA advierte sobre la importancia de la seguridad, instando a los propietarios de drones recreativos a abstenerse de volarlos cerca del área de pruebas durante este tiempo.
Este gran despliegue y la cooperación entre varias entidades gubernamentales demuestran la gravedad del problema y subrayan la necesidad de acciones decididas. Los reportes de drones a menudo superan los 100 avistamientos mensuales cerca de aeropuertos, lo que subraya la urgencia de implementar medidas de control y detección más efectivas en la frontera.