Charlotte, un robot autónomo desarrollado por Crest Robotics y Earthbuilt Technology, promete revolucionar la construcción de viviendas al imprimir casas de hasta 200 metros cuadrados en la Tierra, la Luna e incluso en futuros escenarios espaciales. Esta máquina utiliza materias primas locales, sustituyendo el cemento y ladrillos industriales por elementos como arena, tierra y residuos en nuestro planeta, y regolito en la Luna.
Inspirado en Charlotte la Araña, este robot posee un diseño que emula a una araña, con una estructura articulada que facilita su transporte y despliegue en diferentes tipos de superficies. Una vez en el terreno, Charlotte utiliza sus patas para moverse con agilidad, permitiéndole operar en condiciones adversas como el suelo lunar. La tecnología de impresión 3D que utiliza se basa en la compresión y apilamiento de placas creadas a partir de los materiales recolectados, guiada por planos digitales con precisión extraordinaria, evitando cualquier desperdicio.
Una de las metas principales de Charlotte es construir casas en tan solo 24 horas sin generar emisiones ni residuos. Este enfoque busca eliminar el uso de elementos tradicionales que requieren procesos industriales intensivos en carbono, reduciendo así el impacto ambiental de las construcciones. Charlotte también tiene como objetivo acortar la cadena de suministro en la industria de la construcción al integrar la extracción, fabricación y edificación en un flujo continuo.
La innovación no se limita a la Tierra. El uso de materiales in situ hace que Charlotte sea ideal para la creación de hábitats en otros planetas, teniendo un potencial significativo en misiones espaciales sostenibles. Recientemente presentada en el 76.º Congreso Internacional de Astronáutica en Sídney, Australia, la tecnología busca socios para avanzar en su desarrollo, prueba y comercialización. La implementación exitosa de Charlotte podría cambiar la manera en que la humanidad construye no solo en nuestro planeta sino también en el espacio.
