En Guanajuato, autoridades han incautado más de 160 mil litros de leche adulterada en un periodo de ocho meses. Esta actividad ilícita, conocida como lechicoleo, involucra el desvío y adulteración del lácteo en pipas que lo transportan hacia diferentes plantas de procesamiento.
La Secretaría de Seguridad y Paz del estado detalló que en promedio se aseguraron 20 mil 100 litros mensuales. La operación consiste en alterar el contenido original de las pipas a través de una red ilegal que interviene en el camino hacia el destino final. Según el secretario de Seguridad, Juan Mauro González, las pipas desviadas por conductores cómplices permiten extraer la leche para sustituirla por una mezcla de agua y sal, simulando el peso y características del producto original.
Ricardo Villavicencio Contreras, presidente de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec), expuso que los responsables del robo de leche son personas con conocimiento previo del sector, quienes aprovechan su experiencia para llevar a cabo estas actividades delictivas. Este fenómeno, aunque no extendido masivamente, representa un déficit de seguridad en la cadena productiva de la leche y sugiere una coordinación deficiente entre las autoridades y el sector privado.
Las empresas, ante el incremento de estos delitos, se han visto obligadas a implementar medidas adicionales de seguridad, tales como tecnologías de rastreo y servicios privados, lo que genera un aumento en sus costos operativos. Villavicencio Contreras instó a reforzar la estrategia de seguridad para contrarrestar el problema, el cual considera una amenaza más amplia que abarca a todo el país.
La situación destaca la urgencia de establecer un diálogo constructivo entre las autoridades y cámaras empresariales, con el fin de disminuir las pérdidas económicas ocasionadas por el crimen organizado y mejorar la protección de un sector que es fundamental para la economía del estado.
