
Lorena Jacqueline Morales, de 28 años, fue reportada desaparecida el 22 de mayo en León, Guanajuato. Su desaparición ocurrió tras salir de su casa, vestida con una playera blanca, pantalón de mezclilla azul, sudadera y tenis grises, y su familia no ha tenido información sobre ella desde entonces. Ante la incertidumbre, decidieron denunciar su desaparición ante las autoridades, quienes emitieron una ficha de búsqueda según el Protocolo ALBA de Guanajuato. Paralelamente, familiares y amigos realizaron una intensa difusión en redes sociales y brigadas para encontrarla, mencionando que trabajaba en un restaurante y ofrecía clases en un centro comunitario.
La familia de Lorena ha expresado sospechas sobre Juan N, su jefe en el local de comida donde laboraba. En redes sociales circula un video que presuntamente muestra a Juan ingresando a un inmueble con lo que parecía ser un bulto, saliendo posteriormente con una maleta. Además, la familia buscó a Juan para obtener información, pero sus declaraciones no correspondían con la impresión que tenían de la vida de Lorena. Según los familiares, Juan aseguró que Lorena llegó un día mal debido a un consumo de pastillas psiquiátricas, lo que ellos niegan, afirmando que ella no tenía problemas con nadie.
Más de 10 días después de su desaparición, se halló un cuerpo cerca de la carretera a Santa Ana del Conde, entre San Felipe y Ocampo. Medios locales sugieren que las características del cadáver podrían coincidir con las de Lorena Jacqueline. La comunidad permanece atenta a los avances del caso, esperando respuestas sobre este lamentable suceso.