En 2024, las ejecuciones en el mundo alcanzaron un pico sin precedentes desde 2015, superando las 1,500, conforme a los datos suministrados por Amnistía Internacional. Este organismo internacional resalta que el número podría ser aún mayor, ya que se sospecha la existencia de muchas más ejecuciones no contabilizadas oficialmente.
El aumento significativo en las cifras de 2024 establece un inquietante récord desde 2015, cuando se registró una cantidad similar en el ámbito global. Las cifras reveladas están acorde a los informes de Amnistía Internacional, que realiza un seguimiento anual de la pena de muerte y las ejecuciones en todo el mundo. Este reporte se considera uno de los más completos y detallados sobre el tema.
La organización destaca que aunque hay países que han abolido la pena de muerte o han dejado de practicarla, otros continúan aplicándola de manera contundente. Este documento también señala que en algunas naciones, las cifras reales podrían ser más elevadas debido a la falta de transparencia y acceso a datos oficiales.
El informe de Amnistía Internacional no solo proporciona cifras, sino que también subraya la falta de acceso a un juicio justo en muchas de estas ejecuciones, además de otros temas relacionados con los derechos humanos. Esta situación presenta retos importantes en la vigilancia y promoción de los derechos fundamentales a nivel internacional.
Con el fin de revertir esta tendencia, organizaciones y activistas continúan sus esfuerzos para erradicar la pena de muerte mediante campañas de concienciación y presión sobre los gobiernos que aún practican estas ejecuciones. Mientras tanto, los números siguen siendo objeto de análisis y debate en la esfera pública y dentro de organismos internacionales especializados.
