El mundo del ajedrez se encuentra conmocionado tras la muerte del gran maestro Daniel Naroditsky a sus 29 años. El presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), Arkady Dvorkovich, publicó un comunicado intentando abordar la crisis de reputación que rodea al organismo. Aún no se han hecho oficiales las causas del deceso, pero la figura de Vladimir Kramnik ha quedado en el centro del debate, ya que llevaba tiempo acusando a Naroditsky de hacer trampas en partidas online. Kramnik ha expresado su intención de emprender acciones legales contra quienes lo difamen.
Esta situación ha resonado con el caso de David Navara, otro gran maestro, quien declaró haber estado al borde del suicidio tras ser acusado de manera similar por Kramnik. Navara acusa a la FIDE de no haber brindado apoyo pese a sus solicitudes.
En su comunicado, Dvorkovich no evade mencionar a Kramnik, recordando sus logros deportivos, pero también subrayando su responsabilidad como figura pública del ajedrez. La FIDE ha anunciado que analizará si Kramnik violó las normas de la comunidad, enviando todas las declaraciones del ruso a la Comisión de Ética y Disciplina para su revisión independiente. Aseguraron que tomarán medidas si se constatan comportamientos indebidos.
La reacción de la FIDE, calificada como tardía por algunos, fue intensificada por un tuit de Emil Sutovsky, CEO de la Federación, donde cuestiona el apoyo recibido por Naroditsky en vida. Sutovsky criticó a Kramnik y dejó entrever una falta general de acción por parte de los cercanos a Naroditsky. Las palabras de Sutovsky provocaron un revuelo inmediato y, posteriormente, el directivo se disculpó, admitiendo que la FIDE podría haber actuado mejor y más proactivamente.
El futuro de Kramnik tras estos eventos es incierto. Si bien está retirado del ajedrez competitivo, algunos sugieren medidas como revocar su título de gran maestro. El debate y las decisiones que se tomen podrían tener un impacto duradero en la comunidad ajedrecística.