Maggie Kang, cineasta coreano-estadounidense, ha hecho historia al estrenar Kpop Demon Hunters, la primera película animada de Netflix con todos sus personajes coreanos. El filme, que combina k-pop y tradiciones culturales, se ha convertido en un fenómeno global. Kang, que llevaba más de una década en la animación hollywoodense sin ver proyectos con representación coreana, encontró en esta película el vehículo perfecto para mostrar las riquezas culturales de su país de origen.
En el Festival Internacional de Cine de Busan, durante la conferencia Netflix Creative Asia, Kang compartió detalles de su trayectoria y la evolución del proyecto. Según la cineasta, la película no solo aborda el famoso género musical coreano, sino que también está profundamente arraigada en la mitología de Corea, con personajes inspirados en criaturas mitológicas como dokkaebi, dalsin y saja.
La narrativa se centra en un grupo de cazadoras de demonios, mujeres poderosas que protegen al mundo de las fuerzas sobrenaturales, utilizando el canto y el baile como sus armas. Kang resaltó cómo el K-pop transformó la historia, dotándola de un elemento musical vibrante y espectacular. También subrayó la influencia de la tradición chamánica coreana, donde música y canto desempeñan un papel crucial en la lucha contra los demonios.
Para brindar autenticidad cultural, el filme incorpora el taekwondo y elementos de la fauna y el arte coreano en sus personajes. Las protagonistas femeninas, a las que Kang se refiere como aspiracionales y auténticamente coreanas, son la representación de la diversidad de su cultura. La cineasta se mostró especialmente entusiasmada al hablar de Mira, uno de los personajes principales, a quien describe como genial y hermosa de una manera única.
La culminación de este proyecto no solo resalta la riqueza cultural coreana, sino que establece un precedente en la industria de la animación para la representación y diversidad cultural.
