Los retrasos en los pagos persisten como un desafío significativo para las empresas en América Latina. El reciente informe Coface 2024 revela que el 51% de las compañías en la región enfrenta problemas recurrentes para cobrar a tiempo. En Perú, este fenómeno se vincula con el cierre anual de más de 100 mil pymes, especialmente aquellas que experimentan complicaciones de flujo de caja, reporta la Cámara de Comercio de Lima CCL.
Frente a esta situación, la automatización se presenta como una solución crucial. Este enfoque digitaliza y centraliza la facturación, recordatorios y pagos, eliminando gran parte de la intervención manual. Ricardo Pacheco, Gerente General de Tupay, plataforma de pagos digitales, advierte que con un mayor volumen de operaciones, gestionar el estado de cobranzas sin tecnología se vuelve complicado, sobre todo si las áreas de ventas, operaciones y finanzas no comparten información en tiempo real.
Pacheco identifica tres retos principales: la emisión oportuna de facturas, la claridad en los términos de pago y las políticas de cobranza consistentes. La automatización puede facilitar la generación de facturas en el momento adecuado, integrar información del pago para evitar ambigüedades en los contratos y establecer protocolos claros para el seguimiento de clientes.
Los beneficios extendidos de automatizar este proceso incluyen una gestión financiera más controlada y predecible. Pacheco destaca que un flujo de caja confiable permite a las empresas planificar inversiones y cumplir puntualmente con proveedores. Asimismo, se mejora la experiencia del cliente al ofrecer recordatorios oportunos y pagos sin obstáculos, además de reducir los costos operativos al eliminar tareas manuales repetitivas.
Otro aspecto relevante es la gestión centralizada de órdenes y pagos, que ofrece una mayor trazabilidad y control. Pacheco subraya que estas herramientas permiten a las empresas crecer firmemente, integrando la cobranza con otros sistemas contables y de gestión ya existentes, asegurando eficiencia operativa y una conversión efectiva de ventas en ingresos.
